sábado, 6 de junio de 2015

3 - Pasen y vean






No, no voy a decir eso de que entren por su propio pie y dejen la felicidad que traen, aunque en cierta parte, Drácula llevaba un poco de razón. La gente ha de entrar por su propia voluntad y si lo desean, compartir su felicidad, si es que la traen, sin abandonarla, porque compartir no es renunciar a lo que uno es ni mermar en nada. En todo caso, compartir significa crecer y eso, siempre está bien, pero no todo el mundo lo entiende. 
Parece mentira la cantidad de gente que viene a un lugar de ocio y que, está encabronada. Yo no sé si vienen así de fuertes porque han discutido con la mujer, con el marido o porque les han puesto una multa. El caso es que, cuando estás de cara al público, éste te puede venir lo que sea. Con los años, desarrollas ya no un sexto sentido sino un séptimo y sabes de que talante viene cada uno nada más verlo. Lo más fácil es que, si alguien viene retorcido, intente pagarlo con la primera persona que ve y esa, eres tú. 
No puedo contar la cantidad de reclamaciones que he tenido a lo largo de los años. Muy pocas de ellas llevaban razón porque, normalmente, cuando el cliente lleva razón - que no es siempre, como quieren hacernos creer - conversa contigo y se busca una solución satisfactoria para ambas partes. Al final, el cliente acaba agradecido y alaba tu gestión. 
Pero, cuando no llevan razón, se puede liar.  Hace años, en el Festival de Almagro, se representó Fuenteovejuna. La versión era moderna y un poco... digamos... un poco lasciva. Hubo un montón de reclamaciones en que el motivo era "la versión"... Incluso me llegaron a pedir explicaciones - a mi, que no tenía nada que ver ni con el montaje ni con la dirección - y yo me limitaba a contestar  - estamos en el siglo XXI -  firmaba la comanda y la mandaba a la Dirección General de Castilla la Mancha. Nunca supe si les contestaron o no, ni lo que les dijeron en el caso de ser afirmativo. En un lugar donde trabajas a contra reloj y manejas el público y las compañías de cuatro o cinco funciones, a la misma hora y en distintos recintos, no te puedes parar con esas tonterías. 
Mil y una podría contar, pero tampoco es plan, lo que pasa es que las hay graciosas y se me vienen a la mente. Hace poco un chaval, joven, me increpó por abrir las puertas del teatro media hora antes de la función porque a él, eso le parecía mucho tiempo antes. Me quedé mirándole muy fijamente y cuando creía que no le iba a decir nada y que se iba a salir con la suya, le solté pero... ¿y a tí en qué te va o en que te viene que abramos las puertas antes o después? ¿te quieres ir a tomar una cerveza? ¿quieres ir a dar un paseo mientras tanto? ¿somos nosotros los que vamos antes de tiempo o eres tú el que vas anticipado? Eso sí, como te vayas no llegues tarde porque entonces, no pasas.Y en esas ya me controlo porque cuando empiezo a calentarme, puedo ser tremenda.
Lo de llegar tarde es otra. La gente no entiende, no comprende. No respeta ni nuestro trabajo ni el de los actores. A un actor no se le puede molestar cuando está en escena. Llegan tarde porque les da la gana, te ponen excusas que ni ellos mismos entienden y una vez un tipo me dijo que qué vergüenza, que a él, en el football, le dejaban pasar - Ah, pero es que usted no viene al football, esto es un teatro - le contesté, delante de una de las actrices,  con la que estaba compartiendo unos minutos de charla en la entrada. Lo que hay que oir, Isabel- me dijo - esto es increíble. - Si tu supieras - le contesté. 
Pienso en lo alienados que estamos ¿es que no se tiene la cabeza suficiente para saber que no te tienes que meter nunca en el trabajo del otro, que tu no puedes ir a un sitio a decir a los demás como tienen que trabajar? Que se va a pasar un buen rato, joder, y  hay gente que ni siquiera lo agradece. Pero esto no es lo más fuerte... Ya me ha pasado varias veces que, cuando no hay función y el teatro está prácticamente vacío, te viene alguien, le atiendes y de pronto va y te suelta pues si no hay función que hace usted aquí... y tú le dices, ya con una retranca de cojones, - pues mire, atender a gente como usted... porque si  no se lo imagina, se lo digo yo, que, de verdad, estaría más a gusto en mi casa o en el retiro o en el bar de enfrente. 
Y las hay más gordas. Mucho más gordas. Otro día hablaré de la fama que arrastramos la cantidad de profesionales que trabajamos en esto, que tampoco se queda corta. 

Isabel Guillén. 




6 comentarios:

Iconoclasta dijo...

Qué buenas anécdotas y que paciencia has de tener.
Y la foto está genial, estás genial.
Besos, Isabel.

Unknown dijo...

Pues iba a decirte ayer, aparte de los pesaos de turno a los que aludes, que lo de Almagro la culpa en realidad la tuvo la maldita cama, aparte de las berenjenas esas...

Unknown dijo...

Las hay mejores, Pablo. Lo que ocurre es que, para contar algunas, tendría que nombrar a gente y eso no lo voy a hacer. Y para contar otras, tendría que contar algo más del entramado de mi trabajo y no me parece ético.
De todas formas, se le echa mucha paciencia, pero el trabajo es más satisfactorio que nefasto, quitando esos días malos que tienes - y que son malos porque son tuyos, no por la gente que te rodea- en los que no hay quien te sople por la espalda.
La foto no tiene calidad. Puede parecer bonita, pero la hice con el móvil. Pero, bueno, para lo que es, está bien.
Muchas gracias. Voy a ver como puedo poner el contador de visitas en la página, es decir, voy a volverme loca un rato. A ver si lo consigo sin dar muchas vueltas.
Un beso, ermitaño.
Y un abrazo.

Unknown dijo...

Adolfo me parto de risa . todavía, después de los años - de la anécdota con aquella puñetera cama... Eso pasa una vez en la vida yyyyy no me tientes para contarlo yyyy , yyyy ¡ay, que risa por dios! Mira, porque tu y yo somos amigos, sino cualquier persona desde fuera piensa ya que estoy loca del todo.
Qué buenos años, los que estuve en Almagro.

Anónimo dijo...

Estás guapísima y estupenda, Isabel!!! Después te acompaño y me enseñas lo demás.
Cómo empiece yo a largar sobre las historias de mi trabajo.... menuda terápia!!!
Besos, preciosa.

Gloria

Unknown dijo...

Hay... como os quiero... os advierto que me he ido a comer en casa de mi hermana y que me he tomado una botella de vino - a medias, con mi cuñado - y que estoy de un cariñoso que empalago... Me voy a arreglar, que me voy a ver una función de teatro, aunque sea mi dia libre. Besos!!!!
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